La operación con técnica Lasik es la más utilizada en la actualidad ya que corrige de manera simultánea diferentes defectos de refracción como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia (o vista cansada).
Lasik es el acrónimo de las palabras inglesas “Laser Asisted in situ Keratomileusis”, que significa Queratomileusis in situ asistida por Láser. La operación Lasik fue desarrollada en 1990 por los investigadores de la Universidad de Creta, encabezados por el Dr. Pallicaris.
Con la técnica original «Queratomileusis» (en griego esculpir o tallar la córnea) se extirpaba una lámina de tejido corneal que, tras ser moldeada en un torno, era reimplantada en la córnea bajo un flap superficial.
En la operación Lasik la córnea es moldeada in situ por medio de un Láser Excimer, también bajo un flap de tejido superficial.
La operación Lasik es el resultado de fusionar la técnica de Queratomileusis con la técnica PRK (en la que el Láser Excimer tallaba directamente la superficie de la córnea); de esta manera se modifica con precisión la curvatura de la cara anterior de la córnea, dejando intacta su capa más superficial (flap). Así se consigue una rehabilitación visual inmediata y un postoperatorio rápido e indoloro.
Para poder realizar la operación Lasik es necesario que el paciente tenga un grosor de córnea determinado. Si la córnea es muy delgada se emplea la técnica Epilasek igualmente efectiva pero con una recuperación más lenta.
La operación con técnica Lasik no dificulta la realización de cualquier otra operación ocular en el futuro.